Las nubes de Aristófanes

La característica fundamental del teatro griego es democratizar a través del elemento crítico de las tragedias, que muestran al hombre como debe ser; y de las comedias, que muestran al hombre como es. El teatro resulta en una suerte de espejo en el que uno se debe reflejar y acabar o bien en llanto o en risa. No obstante, la particularidad que se alumbrará en este comentario será la profundidad filosófica que albergan Las nubes, una de las comedias más conocidas de Aristófanes.

La comedia empieza con Estrepsiades, un padre de clase media que intenta que su hijo, Filípides, atienda a las clases de Sócrates, para así poder defenderse en los juicios que les esperarían a ambos por no pagar sus deudas. En vista de la negativa de su hijo, Estrepsiades decide ir él mismo. Al ser recibido por uno de los estudiantes, logra hablar con Sócrates. Allí, Sócrates le habla sobre sus dioses, las nubes, y niega los dioses olímpicos. Después sostienen conversaciones llenas de sofismas absurdos e irrelevantes. Estrepsíades es expulsado de la escuela; y va en busca de su hijo para traerlo a hablar con Sócrates. Esta vez, Sócrates le explica a Filípides sobre las cualidades de la razón justa y de la razón injusta. Las justa le enseñará a ser respetuoso y sabio, mientras que la injusta va a evitarle problemas y sufrimiento. Filípides elige la segunda. Mientras tanto Estrepsiades está en su casa, y es visitado por dos acreedores, intenta defenderse de sus deudas con el razonamiento injusto y es citado al tribunal. Filípides vuelve a casa y usa al razonamiento injusto para atosigar a su padre. La obra fue presentada por primera vez en el 423 a. C.,  muchos después de la sentencia a Sócrates.  

La crítica que ofrece este texto es bastante directa. Aristófanes se burla de la nueva generación de sofistas, la que solo busca dinero a cambio de unas clases de oratoria básica. Uno de los fragmentos hace una burla directa a la banalización del lenguaje por parte de los sofistas. Esto se da cuando buscan la declinación femenina de ciertos sustantivos. Se explicita como un tecnicismo, una sandez del lenguaje, se vuelve de pronto importante frente a un discurso bien argumentado, pero pobremente construido. Se acusa además, a las ideas de herejía sofistas; pues la cosmovisión mitológica en Grecia aún era vigente. El título se actúa de forma irónica, sugiere a los pensamientos socráticos como sublimes; como las nubes que se elevan muy alto, por sobre los hombres y dioses.

No obstante, también se puede formular una segunda línea de connotaciones. Por un lado, el hecho de que las leyes se puedan refutar con tal facilidad también implica un alto grado de insustentabilidad de las mismas. Un ejemplo de esto es cuando Filípides logra convencer a su padre de que sí él tiene derecho a golpearlo, él también lo debe tener. Así mismo, y quizá de manera ingenua, se cree que se puede vencer al jurado del ágora con unas cuantas horas de estudio con los sofistas. Por el otro lado, también se muestra la superioridad sensible e intelectual de Sócrates sobre sus nuevos estudiantes. Pues les dió dos opciones de aprendizaje, y fueron ellos los que no supieron elegir correctamente. Esto pone sobre una balanza tanto a los sofistas y a la figura de Sócrates,  con la sociedad helena, que ya estaba presentando signos de confusión y decadencia.