La Odisea, su influencia en la estructura social y cultural




Paula C. Fajardo Riofrío                                                                                            12 -12-2016


A través del curso hemos experimentado varias lecturas de poemas helenos. Estos texto son tan cercanos a la estética literaria, como a la esencia humana. Estos reflejos humanos han servido para explorar la cosmovisión que se tenía en la Hélade, y así, comprender las bases de nuestra propia civilización: La formación de la familia con base en el oikos; lo protocolos sociales, nacidos a partir del concepto de los dones de hospitalidad; el rol de los integrantes de la familia; la actividad individuo en el colectivo así, como la del colectivo frente al individuo; las dinámicas eróticas y de género, entre otras. La Odisea, junto con La Ilíada, se han convertido en  los pilares más importantes de las letras clásicas, y en una relevancia histórica y estilística. Su lectura continúa ofreciendo material de debate y connotaciones, es por esto que se estudia y se preserva hasta la actualidad. Por lo cual, lo que se pretende con este ensayo es valorar, dentro de una visión moderna, su contenido social y cultural, a la vez que señalar sus puntos de encuentro con la literatura y la sociedad.


Desde el punto de vista sociológico, la familia, y con esto el oikos, son la primera estructura social que se presenta en la vida del hombre. Este motivo resalta a lo largo de la lectura. Uno de los planteamientos más interesantes en La Odisea es la representación del hogar, y con esto los posibles riesgos que puede enfrentar. Empecemos con la dinámica de los habitantes de casa. Penélope, madre y esposa, tiene como cualidades la fidelidad, la sensatez e inteligencia. No obstante se encuentra desamparada, su esposo no está allí para defender su honor en el ámbito público. Todo el poder que ella puede ejercer sobre sus bienes y dominios se ve afectado. Por el otro lado tenemos a Telémaco, joven, astuto, y al igual que su padre, valiente, virtud que le acompañará y bendecirá tal como Atenea lo hace. Telémaco está al mando de su morada, lo que le pone en desventaja es la relación de dependencia con su padre. Esto, en suma con la necesidad de mantener los dones de la hospitalidad, no dejará que el poder que Telemaco puede ejercer sobre su oikos llegue a consumarse en la acción de ajusticiar a los pretendientes. No hasta que Odiseo llega a Ítaca. Mientras, Telémaco se ve afectado por una sensación de orfandad. Tema rescatado millones de veces en la literatura, en Shakespeare con  Hamlet, en Joyce con Stephen, por nombrar algunos.


Zecchin señala que el conflicto central de la Odisea es la afectación a la estructura básica del oikos, de quien Odiseo es defensor. La historia de Agamenón y Clitemestra, en suma con la de Penélope y Odiseo, plantean el equilibrio del oikos como el resultado de fidelidad y sensatez. Frente a esto, Agamamenón se vio vencido, puesto que Clitemestra no aporto con sus deberes como esposa; sino que, lo traiciona y lo mata. A su vez Odiseo, aún con la desventaja del transcurrir del tiempo y la fuerza cuantitativa de los pretendientes, encuentra fortaleza en su esposa, y principalmente en su hijo para recuperar el equilibrio de su hogar. Con respecto a los pretendientes, ellos conforman el efecto coral dentro de la masa de un colectivo. Son ellos los que representan al pueblo, ellos son los habitantes del reino, y se encargan de poner dar agilidad a los acontecimientos que suceden en Ítica. Homero resalta a ciertos personajes, Alcinoo, Eurímaco, Anfinomo, dándoles protagonismos con base en las actitudes y acciones que toman dentro de la historia. Alcinoo, al igual que el Polifemo, abusa de la hospitalidad  que se le ha ofrecido en el Palacio,  e intenta violentar el orden. Él, solo otro de los pretendientes, sale del conglomerado y toma la voz de mando, se convierte en personaje individuo. Aquí se nota el perfecto paralelismo entre lo que enfrenta Odiseo, el padre; y lo que enfrenta el hijo, Telémaco.


El arquetipo del héroe es el más trabajado. Prigogine comenta “ ...los dioses son los únicos seres que llevan una vida sin riesgos, exenta de angustia y cambio”  en su ensayo Tan solo una ilusión. Compara la concepción del héroe entre La Ilíada y La Odisea, es decir entre Aquiles y Odiseo. Si bien ambos pueden ser orientados a la búsqueda del Kleos andrón; la diferencia es muy clara. Aquiles prefiere la gloria eterna a la vida humana. Odiseo busca el camino de regreso a casa, el nostos.  A lo largo del canto, la faz humana del héroe es realzada y glorificada. Odiseo es un personaje fuerte y valeroso en batallas y enfrentamientos, vacilante y olvidadizo a lo largo de su viaje, enternecido con su familia y sirvientes, así como vasallo ante su los dioses. Estas actitudes lo reafirman como el  rey de casa.  El arquetipo de βασιλεμs, ayudado por las guerras y otros enfrentamientos que la humanidad ha vivido, se ha retratado en una infinidad de obras, El Mio Cid, entre ellas.  
Estos viajes lejanos traen a nuestro inconsciente colectivo la idea del mercantilismo. Horkheimer y Adorno, en su ensayo Odysseus or Myth and Enlighten, contraponen el poema épico con el mito. El poema épico resulta en una suerte de control con respecto al mito. Con base en esto, trazan puentes entre cómo estos mitos conforman ciertas actitudes de dominación en la civilización moderna. Uno de los comentarios propuestos en este ensayo son los episodios presentes en la Odisea que sirven como la antelación de los ideales capitalistas; tomando a Ulises como la figura del yo que se constituye a sí mismo. Ulises, al afrontar el naufragio, logra autoconocimiento y dominio. Esta presunta desventura  funciona como herramienta para su transformación. El narrador, constantemente, le ofrenda epítetos de aliento como “ Odiseo, el ingenioso” , “Odiseo el paciente”. La astucia de Ulises es la que le permite el dominio de la naturaleza, no obstante, esto lo lleva a  aislarse, parcialmente. Se toma la conciencia de lo que el individuo puede ganar a través del enfrentamiento, a través de la razón violenta. Así mismo encontramos motivos como los dones de la hospitalidad, que vistos desde la modernidad, recaen en los principio de reciprocidad e intercambio. Estos motivos se verán plasmados en teorías, en un futuro no tan distante: iluminismo y capitalismo, respectivamente.


Por último, las dinámicas eróticas y de género presentes en La Odisea corresponden a las que se mantenían en la Grecia clásica.  Odiseo, al igual que el hombre griego, podía servirse de los varios tipos de amor que le ofrecía su polis. Por un lado, los personajes de Calipso y Crises cumplian con el concepto de hetairas. Por el otro lado, Penélope habita a la sombra de gineceo, no en el espacio físico, pero sí en el conceptual, puesto a que estaba relegada del espacio público. El arquetipo de mujer fiel y dependiente que se forma en la Odisea acompañará a la humanidad por mucho tiempo, tanto de oriente como en occidente. Lo curioso frente a este punto es que, personajes como  Molly en Ulysses,  transgreden este concepto idealizado, y pone tanto a los hombres como a las mujeres en las mismas posibilidades de engaño y deseo. Estos temas ayudarán a formar teorías de psicoanálisis, respecto a temas como la castración voluntaria, así como el contrato del matrimonio frente al ámbito social.


Las imágenes, formas y los motivos que La Odisea ha dejado como legado, van desde desde la misma clasificación de épico, como género; hasta su consumación en los cantos españoles. Así mismo en 1903, con Ulysses de Joyce, visto quizá desde un punto de vista más transgresivo que honroso, hace menciones a pequeña y gran escala. Ubica a esos dos perros, uno muerto y uno vivo, para acompañar a la imagen de Stephen Dedalus; así como acompañaron a Telémaco en la asamblea, y en el enfrentamiento con los pretendientes. El lenguaje que usamos a diario, que de por sí ya le debe al griego, se enriquece de sus expresiones “flaquearon las rodillas”.  Finalmente, la más inefable de las influencias, quizá más fuerte que el material genético conglomerado con los siglos; la formación del hombre como humano  y como individuo en la sociedad.


Bibliografía


Beauvoir, S. (1949) El segundo sexo. Recuperado de:


Horkheimer, Adorno (1992) Odysseus or Myth and Enlighten. Recuperado de:
/Horkheimer%20y%20Adorno%20Odysseus.pdf


Martín, I. (s.f.) Las hetairas eran las mujeres más libres de la Grecia clásica.
Recuperado de :
an-quizas-mujeres-201111252323.html


Prigogine. I. (s.f.)Tan solo una ilusión. Recuperado de:  
una-ilusión-conferencia.pdf


Zecchin, G. (s.f.)Fronteras sociales de la Odisea: Pretendientes, nobles y servidores.

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